El bruxismo es una parafunción mandibular persistente que se conoce comúnmente como rechinar de los dientes. Éste se puede producir durante el día o por la noche. El más frecuente es el relacionado con el sueño, también el más difícil de controlar.
Si padeces de Bruxismo continúa leyendo, en BioEstimulación Montevideo te contamos un poco acerca de sus causas y cómo podemos ayudarte a solucionarlo!
Las personas que tienen bruxismo aprietan fuertemente los dientes superiores con los inferiores y los mueven de atrás y a adelante y viceversa, la mayoría de las veces de forma inconsciente produciendo el desgaste de las piezas. Su principal desencadenante se sitúa en el plano psicológico aunque las repercusiones se extienden al plano de la odontología.
Aproximadamente entre un 5 y un 20 % de la población presenta bruxismo habitual, aunque los exámenes bucales rutinarios sugieren que hasta el 78 % de los adultos muestra signos y síntomas de una afección que también se manifiesta desde la infancia en adelante.
Causas
En la actualidad los especialistas difieren sobre las causas que originan el bruxismo aunque apuntan al estrés como el principal desencadenante.
Además del estrés existen otros factores que pueden contribuir a la aparición:
- El tipo de alimentación que sigue el paciente.
- Los hábitos del sueño.
- La postura.
- La alineación de los dientes, especialmente si ésta es inadecuada.
- La incapacidad para relajarse.
- Los especialistas señalan que cada caso es diferente y, por tanto, las causas pueden diferir en cada situación.
Síntomas
Uno de los principales problemas del bruxismo es que los dientes pueden ejercer una presión excesiva en los músculos, los tejidos y las estructuras que rodean la mandíbula. De hecho, si se prolonga en el tiempo puede causar problemas en la articulación temporomandibular.
Los principales síntomas son:
- Ansiedad.
- Estrés.
- Depresión.
- Dolor de oído.
- Dolor de cabeza.
- Sensibilidad muscular.
- Sensibilidad a las cosas calientes, frías y dulces.
- Trastornos alimentarios.
- Dolor y/o inflamación de la mandíbula.
- Insomnio.
Prevención
En personas propensas a tener bruxismo se ha demostrado que la reducción del estrés y la ansiedad pueden disminuir esta afección.
Diagnóstico
En muchos pacientes el bruxismo no presenta síntomas por lo que algunos desconocen que tienen esta enfermedad. Normalmente el diagnóstico se produce durante una revisión dental rutinaria o cuando el paciente acude a la consulta ante un dolor repetitivo en la cara y en el cuello.
En otras ocasiones el diagnóstico se produce porque alguna persona del entorno detecta que al dormir hacer ruido debido al rechinar de los dientes.
Para confirmarlo el especialista realizará una entrevista clínica, una exploración y un estudio radiográfico.
Bótox, un tratamiento eficaz contra el bruxismo.
La toxina botulínica ha demostrado gran eficacia en el tratamiento de las distonías (cervicales, oromandibulares, faciales, etc.), el estrabismo, las migrañas o la sudoración excesiva en axilas, pies o manos, entre otras. Una de las dolencias que más recientemente se han beneficiado del bótox es el bruxismo.
Hasta hace poco, el principal tratamiento para combatir sus síntomas consistía en la colocación de unos protectores bucales o aparatos (férulas) para el tratamiento del rechinamiento y apretamiento de los dientes y de los trastornos de la articulación de la mandíbula, que aunque resultan eficaces, no son muy cómodos para el paciente, sobre todo a la hora de conciliar el sueño.
¿Cómo funciona?
La toxina botulínica se aplica con pequeñas inyecciones en los músculos motores de la mandíbula, reduciendo sus contracciones involuntarias, pero sin afectar en absoluto a la capacidad de masticar.
El tratamiento se realiza en forma ambulatoria, y aproximadamente 72 horas después de aplicada la toxina, el paciente ya nota sus efectos; éstos pueden prolongarse de entre cuatro a seis meses después de la sesión, lo que sin duda es una enorme ventaja sobre otros tratamientos.
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